sábado, 1 de noviembre de 2014

"Espejito, espejito..."

Esta tan cerca, ahí. Me mira, son impulsos casi incontenibles de cogerla y terminar. Una ayuda, definitiva al fin de los problemas y contradicciones de la vida. Y me mira, sería tan fácil, me puede todo o eso es al menos lo que pienso. El continuo dolor de cabeza no me deja dormir, el no dormir me hace no tener hambre y tras una larga secuencia de acciones, me da la sensación de que no vivo. No se vivir, me falta ser feliz, para que alargar un proceso de alguien que es simplemente un mero trámite para llegar a un fin mejor?. Inútil, eso es lo que pienso al ver sobre ese cristral reflejado una silueta que ya me parece extraña, con un alma escondida que se mantiene anónima. Sólo materia no tiene forma. Apagada. Inerte. Un cuerpo mecido a los accidentes de la vida, a los cambios de tiempo, a opiniones ajenas. Vacío. Absurdo. Sólo sería un reflejo más en aquel espejo de los deseos frente al que rogaba un fin ante tan cruel desprecio por parte de mi misma. Un brillo metálico cruzo el espejo, quedando el cuerpo tendido ya no sin alma, que no tenía, sino sin la vida que apenas conservaba, sólo se veía como parecía que su pelo rojo fluía.

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