domingo, 17 de agosto de 2014

Él era Madrid.

Adoro a este niño, cada uno de sus defectos cada una de sus manias, que estoy enamorada de todas tus sonrisas, de cada una de tus miradas, de ti, de cada momento juntos, de cada calada compartida, todas las tardes de Retiro, de las bajadas en long por Gran Via, de los pitis de Ópera, de los reencuentros en Sol, de las huidas al perdernos por Madrid, que tu si que eres mi Madrid, que tu eres todo que eres la capital de ese mundo, el centro, todo.
Que te echo de menos tanto como Madrid a la nieve, que quiero ese abrazo que en invierno se dan mientras se pasea por la Plaza Mayor, que eres mi amanecer en el templo de Debod y atardecer detras de las cuatro torres, que para mi vales mas que el Barrio de Salamanca entero, que todas las tiendas de la calle Serrano, que eres el enano con el que andaba por los bares por alli en los que nos quedabamos fuera mirandonos, como tontos, pasmados, esperando que pasara algo, un beso a lo mejor y aqui estamos despues de todo...

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